El Ermitaño es una invitación a la sabiduría, a utilizar nuestros conocimientos. Se conoce también como la carta de los solitarios, porque a menudo indica retiro, reclusión, recesión y regresión. También indica la necesidad de darle la espalda a creencias viejas o a ilusiones que ya no tienen sentido.
Puede interpretarse: Reflexión en soledad y paz. Éxito tras el esfuerzo. Con El Sol, curación. Con la Luna y el Carro, gran viaje.
Invertida: Aislamiento excesivo, cautela exagerada que pude provocar demoras innecesarias a una perspectiva inmadura.